Bóveda

Calificada en 2012 como
“Capilla Sixtina Valenciana”
por el director de la restauración
de la Capilla Sixtina de Roma,
Gianluigi Colalucci.

En casi 2000 metros cuadrados de pinturas al fresco se narra la vida de los santos titulares de la Parroquia, representada en los 12 lunetos de la bóveda, acompañada de un repertorio de ángeles, virtudes y textos de la Sagrada Escritura.

En casi 2000 metros cuadrados de pinturas al fresco se narra la vida de los santos titulares de la Parroquia, representada en los 12 lunetos de la bóveda, acompañada de un repertorio de ángeles, virtudes y textos de la Sagrada Escritura.

La bóveda de San Nicolás fue calificada en 2012 como “Capilla Sixtina Valenciana” por el director de la restauración de la Capilla Sixtina de Roma, Gianluigi Colalucci. Un reconocimiento que se ha popularizado y con el que se le identifica y reconoce en este momento. La iglesia conserva su estructura gótica del siglo XV y atesora frescos barrocos del siglo XVII que se despliegan sobre 2.000 metros cuadrados de bóvedas, nervios y columnas.

Unos frescos que destacan por su gran belleza pictórica y calidad técnica y que fueron realizados bajo los criterios y el diseño de Antonio Palomino (prestigioso pintor y teórico de su tiempo). El artista valenciano Dionís Vidal pintó el programa iconográfico que relata la vida de los santos titulares de la Parroquia: San Pedro Mártir y San Nicolás Obispo. Estas pinturas constituyen uno de los bienes de mayor interés artístico y cultural de la Comunitad Valenciana.

En los siglos XVII y XVIII, Valencia experimenta cambios que afectan al aspecto urbano, incluyendo a los edificios religiosos. Dentro del ambiente de la Contrarreforma y de modernidad barroca, las iglesias valencianas se transforman al gusto de la época, acometiendo remodelaciones arquitectónicas y cambiando completamente su decoración gótica con pinturas al fresco, estucos, esgrafiados o relieves en revestimientos decorativos.

En este contexto San Nicolás es transformada a los gustos del arte barroco, y el arquitecto encargado de la reforma es Juan Bautista Pérez Castiel.  Aplica una obra singular, rellenando los arcos y ángulos de la bóveda para que pudiera ser redecorada, sin construir una nueva y sin tener que bajar la que había, porque habría quedado poco elevada y oscura.

Esta modificación afectará a las ventanas, que pasarán de estilo gótico a barroco. Son las que se encuentran bajo los primeros lunetos del templo. Sobre esta arquitectura Antonio Palomino trabajará el proyecto pictórico. En ese momento él ya era un reconocido artista, pues había sido nombrado pintor del rey Carlos II en 1688.

Antonio Palomino visita Valencia en 1697, invitado por el canónigo Vicente Victoria, permaneciendo en la ciudad durante unos años y dejando su impronta. Trabaja en la Basílica de la Virgen, en la Iglesia de los Santos Juanes y diseña el programa iconográfico de San Nicolás que ejecutará el pintor valenciano Dionís Vidal, basándose en la vida de los dos santos titulares de la Parroquia: San Pedro Mártir y San Nicolás Obispo.

GLORIA DEL ALTAR MAYOR

Sobre el Altar Mayor, en la bóveda, se representa la llegada de San Nicolás y de San Pedro Mártir a la gloria del cielo rodeados de los grandes doctores de la Iglesia.
De izquierda a derecha: Santo Tomás de Aquino, San Agustín obispo de Hipona, San Gregorio Magno papa, San Ambrosio obispo de Milán, San Jerónimo y San Buenaventura. Una inscripción a los pies de cada uno de los doctores dice en su conjunto: Vos etis sal terrae. Vos etis lux mundi (Vosotros sois la sal de la tierra. Vosotros sois la luz del mundo).

¿Qué son los Lunetos?

En arquitectura se denomina así al hueco de una bóveda que se forma en la intersección con otra. En San Nicolás se pueden localizar entre los arcos, sobre cada una de las ventanas. Son seis lunetos a cada lado, doce en total, para representar episodios significativos de la vida de los santos titulares de la Parroquia, San Nicolás y San Pedro Mártir, como ejemplo del buen cristiano. La historia de sus vidas culmina en la bóveda del Altar Mayor, donde se representa la gloria de ambos santos, rodeados por los doctores de la Iglesia.

Ver vídeo explicativo

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  1. Cada luneto tiene una escena principal de la vida del santo que ocupa su centro, ordenada cronológicamente.

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  1. La escena es “escoltada” por dos ángeles, diversos según su jerarquía.

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  1. En el interior de cada luneto se representan figuras alegóricas de virtudes morales cristianas alusivas a la escena principal.

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  1. Todas las escenas
    van acompañadas
    con textos de la
    Sagrada Escritura.

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  1. Apuntan a
    una virtud sobresaliente que Palomino
    describe como una “empresa cristiana”.

Vida de San Pedro Mártir

Vida de San Nicolás

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Lunetos de San Nicolás

San Nicolás es conocido como el protector de los niños y de las necesidades económicas de la familia. Nació en la actual Turquía (siglo IV), en el seno de una familia cristiana y, al morir sus padres, heredó una gran fortuna que dedicó a la ayuda de los más necesitados. Los lunetos recorren la vida de San Nicolás desde que era un joven sacerdote, y los milagros asociados a él, hasta su participación en el Concilio de Nicea como obispo y su muerte, en el último luneto.

Lunetos de San Pedro Mártir

San Pedro Mártir, cotitular de la Parroquia, pertenecía a una familia de cátaros (el catarismo era una herejía cristiana). Ingresó en la Orden de Predicadores (Dominicos) de la mano de su fundador, Santo Domingo de Guzmán y dedicó su vida a la predicación, combatiendo la herejía. Fue asesinado al atravesar un bosque, regresando de un viaje. Estos episodios aparecen narrados en cada uno de los lunetos dedicados al santo.

¿Qué son las Empresas Cristianas?

Palomino nos dejó constancia de muchos de sus procesos creativos a través de su obra escrita. Gracias a ella sabemos del profundo conocimiento sobre teología y lengua latina del pintor, así como de las referencias a fuentes literarias y pictóricas que le sirven de inspiración. Nos muestran su carácter intelectual frente a otros artistas de su época y la maestría de sus diseños, incluido el de la bóveda de San Nicolás.

Como parte del programa iconográfico de las bóvedas, en San Nicolás hallamos en cada uno de los lunetos una tarjeta ubicada en la parte superior de la escena principal, con una frase en latín.

La Empresa
Cristiana es la
tarjeta ubicada en
la parte superior
de la escena
principal con una
frase en latín

EMPRESAS CRISTIANAS

EN EL LADO DE SAN NICOLÁS

PIETATE EXARDENS

Piedad ardiente, hemos de ser piadosos.

PROVIDUS ET CAUTUS

Que da más de lo necesario, con benevolencia, y lo hace con discreción y modestia.

ET PIUS ET GRATUS

Piadoso y gracioso.

OBSECRAT INCREPAT

Firme actitud del cristiano para corregir los errores y ser fieles a Cristo.

RELIGIONE FLAGRANS

De religión evidente, clara, diáfana.

VOTA RESPICIENS

Intercesión de San Nicolás, que recoge los votos y los ruegos del pueblo.

EMPRESAS CRISTIANAS

EN EL LADO DE SAN PEDRO MÁRTIR

AB ORIENTE FULGENS

Dios se sirve de la estrella para conducir a los hombres a la verdadera fe.

ET CASTUS ET VIGILANS

Virtudes de castidad y vigilancia para la vida de un pastor ejemplar.

CLEMENTER ET GRATIS

Clemencia y gratuidad como rasgos esenciales de la vida cristiana.

INDUSTRIA PROTEGENS

Trabajo, esfuerzo y maestría en el desempeño del propio oficio para beneficio de los demás.

FIDELIS ET CONSTANS

Fidelidad y constancia del santo en toda su vida, llevado al heroísmo en el máximo testimonio: su martirio.

OBIT ET VIVIT

Murió y vivió, ensalzando la plenitud de la vida y la santidad de San Pedro, después del testimonio de su vida heroica.

La Restauración de San Nicolás

Entre 2012 y 2016 se llevó a cabo un ambicioso proyecto de restauración integral para la recuperación de la Parroquia de San Nicolás de Valencia, una de las iglesias más emblemáticas y populares de la ciudad. Tras este proceso, el Monumento ha recuperado su esplendor. San Nicolás y sus frescos barrocos cautivan a miles de visitantes de todo el mundo.

Igualmente, el proceso de restauración ha continuado a lo largo de estos años en diferentes fases hasta completarse en 2021. La rehabilitación de la Capilla de la Comunión tuvo lugar entre 2017 y 2018, para recuperar los estucos, dorados y cerámicas, además de las cubiertas. Finalmente, en 2021 se intervino en la Sacristía Barroca y otras dependencias anejas a la cabecera del templo, como el Trasagrario.

La recuperación
integral del templo
de San Nicolás ha
sido posible gracias
al mecenazgo de la
Fundación Hortensia
Herrero

Desde el punto de vista técnico, el Instituto Universitario de Restauración del Patrimonio de la Universitat Politècnica de València (UPV), a través de un equipo pluridisciplinar, en el que participaron cerca de 30 personas, materializó un complejo proyecto de recuperación con técnicas innovadoras.

En los estudios previos se analizó el estado de conservación de las pinturas, donde los especialistas constataron los daños, como el oscurecimiento, alteraciones de la policromía, repintes, grietas…

Se concluyó que la intervención debía centrarse en la consolidación del soporte pictórico, la limpieza, los tratamientos de las lagunas y la reintegración cromática.

La primera fase de la restauración general comenzó en 2012 con la rehabilitación de la fachada neogótica y la Capilla de la Comunión, de estilo barroco, así como de las vidrieras del templo que se mecanizaron para poder airear la iglesia. Tuvo lugar el fortalecimiento arquitectónico del edificio en los puntos de cubiertas, estructura y determinadas partes del exterior de la iglesia, asegurando la estabilidad de la estructura y la estanqueidad.

La segunda fase abordó la recuperación pictórica y ornamental, sellando grietas, eliminando polvo y otros materiales adheridos. Se trataron las lagunas y se procedió a la reintegración cromática.

En la recuperación del templo, se emplearon técnicas de restauración innovadoras como la limpieza mediante microbacterias no patógenas, alimentadas en laboratorio, que eliminan una parte de la suciedad más incrustada en la pintura y sin incidencia sobre ella. La intervención se completó con una nueva instalación de iluminación de las bóvedas, mediante un sistema de proyección, de modo que el espectacular cromatismo de las pinturas pueda ser apreciado sin distorsiones.

La recuperación de la Parroquia de San Nicolás le ha valido el apelativo de Capilla Sixtina Valenciana. Salvando las distancias con la obra de Miguel Ángel, significa una forma de poner en valor sus impresionantes y hermosas pinturas y el excepcional trabajo de restauración llevado a cabo.

Antonio Palomino y Dionís Vidal

Antonio Palomino visita Valencia en 1697, invitado por el canónigo Vicente Victoria, y permanece en ella unos años dejando su impronta en la ciudad, trabajando en la Basílica de la Virgen de los Desamparados, la Parroquia de los Santos Juanes y finalmente diseña el elaborado y complejo programa iconográfico de la Iglesia de San Nicolás. Deja constancia del mismo en su obra Museo Pictórico y escala óptica, publicada por primera vez entre 1715 y 1724.

De las obras de Palomino en Valencia, las pinturas de San Nicolás son las únicas que no ejecuta directamente el maestro sino su discípulo Dionís Vidal.  Palomino supervisó directamente los trabajos de Vidal y así quedó reflejado en el muro hastial, donde podemos observar el retrato de ambos pintores.

¿Qué es la pintura al fresco?

Adopta este nombre porque la superficie que el pintor va a decorar recibe varias capas de una mezcla de cal y arena, cuya proporción va cambiando. La última capa debe mantenerse fresca (sin secar) mientras se aplica la pintura. Esto significa que el artista tiene un tiempo limitado para realizar el dibujo y aplicar el color. Por este motivo se pintaba por jornadas, que es el tiempo durante el que la preparación se mantenía “fresca” o en condiciones adecuadas.

En San Nicolás, la técnica pictórica utilizada es propia de la pintura mural barroca valenciana, próxima a la pintura a la cal. Sigue catalogándose como fresco pero con variaciones propias de la zona geográfica como largas jornadas, presencia de yeso en el arriccio (primera capa o soporte), numerosas zonas de retoques y pinceladas empastadas con cal.

Esta adaptación de
la técnica del fresco
permitió a Dionís
Vidal conseguir
pinceladas opacas
que pueden tapar
tintas subyacentes,
para hacer retoques

Luneto 1 San Pedro Mártir

El niño Pedro de Verona recita el Símbolo de la Fe a su tío hereje

Dedicado a la memoria del Apóstol San Juan en cuyo Evangelio (cap. 1) se lee: “Ut omnes crederent per illum”: para que todos creyeran por él.
En la escena principal se representa la imagen del santo a la temprana edad de 7 años. Pedro nació en una familia cátara (1205), pero desde muy joven refutó los argumentos que trataba de inculcarle un tío suyo, cátaro. El niño recitó a su tío el “Símbolo de la Fe”, mostrando una constancia invencible y dejando a su oponente sin saber qué responder.
En el ángulo superior de la escena principal se pinta la frase latina AB ORIENTE FULGENS. Se relaciona esta frase con una escena del Evangelio de San Mateo: “Vidimus Stellam ejus in Oriente” (4,4): Los Magos de Oriente llegaron a adorar al Hijo de Dios siguiendo la estrella. Dios se sirve de la estrella, con frecuencia objeto de cultos idolátricos, para conducir a los hombres a la verdadera fe.
Arropando la escena principal se representan dos ángeles del coro de los TRONOS cuyo carácter es el “Tetra-grammaton” (círculo luminoso con un triángulo equilátero, signo de la Trinidad) sobre el hombro derecho.
En el interior izquierdo del luneto se representa la figura alegórica de la PUREZA o SINCERIDAD como una mujer con una paloma blanca en la mano derecha. Al otro lado se pinta la alegoría de la DOCTRINA como una matrona sentada con cetro, libro y una nube de rocío sobre el rostro.

Luneto 2 San Pedro Mártir

Fr. Pedro recibe el hábito dominico de manos de Santo Domingo de Guzmán en el Convento de San Nicolás, de Bolonia (1221)

Dedicada a la memoria del Apóstol San Andrés, que según nos recuerda el Evangelio de Mateo “Relictis retibus, secutus est eum”: Dejadas las redes, le siguió (a Jesús).
La escena principal recuerda el momento de la profesión religiosa y toma de hábito de Fr. Pedro. Siendo joven fue enviado a estudiar a la Universidad de Bolonia. Allí entró en contacto con la orden religiosa fundada hacía poco por el español Domingo de Guzmán que escribió las Constituciones y Reglas de la Orden de Predicadores en el Convento de San Nicolás, de Bolonia. En ese Convento recibió el hábito religioso de manos del mismo Santo Domingo en el año 1221.
En el ángulo superior de la escena leemos: ET CASTUS ET VIGILANS, palabras que hacen referencia a las virtudes de la castidad y de la vigilancia, sobresalientes y necesarias en la vida de un pastor ejemplar.
La escena es arropada por dos ángeles del coro de los QUERUBINES, cuyo carácter es un águila en la mano izquierda que está mirando al sol, signo de la sabiduría.
En la parte interior del luneto se pinta en el ángulo izquierdo la figura alegórica que representa la CASTIDAD como una doncella que mira al cielo portando un azote en la mano derecha. A sus pies un cupido con los ojos vendados, el arco quebrado y las flechas derramadas. Al otro lado se representa la VIGILANCIA como una matrona con una lucerna en la mano derecha, un libro en la izquierda y junto a sí una grulla que levanta una piedra con una de sus patas.

Luneto 3 San Pedro Mártir

Pedro de Verona cura a un niño mudo

Dedicado a la memoria del Apóstol San Judas Tadeo que según una leyenda apócrifa hizo hablar a un niño recién nacido en Babilonia. En la parte inferior de la escena principal se cita un texto del Libro de la Sabiduría, cap. 10: “Aperuit os mutorum et linguas infantium”: Abrió la boca de los mudos e hizo claras las lenguas de los pequeños.
La escena principal representa el milagro de la curación de un niño mudo. Según las crónicas San Pedro mojó uno de sus dedos con su saliva, lo introdujo en la boca del muchacho y en aquel preciso instante el niño habló.
En el ángulo superior del luneto se pinta la empresa CLEMENTER ET GRATIS y hace referencia a la clemencia y la gratuidad como rasgos esenciales de la vida cristiana.
Arropan la escena dos ángeles del coro de los SERAFINES cuyo carácter es una salamandra en la mano izquierda. En el ángulo derecho el ángel aparece con un pelícano picándose el pecho. El pelícano, que es capaz de derramar su sangre para alimentar a sus polluelos, es signo del sacrificio de Cristo en la cruz y de la Eucaristía, donde se entrega por nosotros hasta el derramamiento de su sangre.
En la parte interior del luneto se representa a la izquierda la figura alegórica de la CLEMENCIA. Al otro lado se representa la GRACIA como a una joven sonriente cuyo rostro mira al Cielo, donde contempla al Espíritu Santo en forma de Paloma.

Luneto 4 San Pedro Mártir

La predicación y milagros de Pedro de Verona obtiene la conversión de los oyentes

Dedicado a la memoria del Apóstol San Simón (el Cananeo) que según los relatos apócrifos logró la conversión del rey Baradac, en la ciudad de Samur (Oriente), disipando la nube del engaño que los ídolos tenían sobre aquella población. Por eso se pone el texto: “Ut convertat corda patrum in filios” (Lc 1): Para convertir los corazones de los padres a los hijos.
La escena principal pinta a San Pedro ejerciendo su oficio de predicador, sin dar tregua ni descanso en la exposición de la doctrina verdadera. Un hereje le retó públicamente a realizar un hecho milagroso. Se encontraban en la plaza pública, bajo el tórrido sol de un día completamente despejado y le conminó a que apareciera una sombra. San Pedro bendijo el cielo y apareció una gran nube que cubrió la plaza.
En la parte superior del luneto se pinta INDUSTRIA PROTEGENS haciendo referencia a las actitudes de trabajo, esfuerzo y maestría en el desempeño del propio oficio para beneficio de los demás.
Terminada la representación de las jerarquías angélicas, en los dos ángulos exteriores del luneto se pintan dos figuras que representan al coro de los SANTOS CONFESORES. Los confesores son los santos que sufrieron martirio a causa de la fe pero no murieron en el martirio. A la izquierda se representa a un santo que con la mirada al cielo se lleva las manos al pecho, con la frase Oraba y hacía confesión (1Esdr 10,1). Al otro lado se representa otro santo confesor, anciano, vestido con túnica blanca, que sostiene en sus manos un corazón del que sale la frase Alabad a Yavé desde los cielos, alabadle en las alturas, alabadle ángeles suyos todos (Sal 148,1).
En la parte interior del luneto se representa, a la izquierda, la figura alegórica de la INDUSTRIA, como una ninfa que porta un cetro en su mano derecha cuyo remate es una mano abierta con un ojo y dos alas a la manera del “caduceo de Mercurio” (es un símbolo griego del comercio, también utilizado en las instituciones dedicadas a las ciencias económicas. Originalmente hacía referencia a una vara de olivo adornada con guirnaldas, pero en su forma clásica es una vara rodeada de dos serpientes enroscadas y ascendentes, usualmente coronada con un par de alas). En la parte inferior este texto: “Post industriam sequitur Sapientia”: A la laboriosidad sigue la Sabiduria (Ecl. 10,26). Al otro lado se pinta la PROTECCIÓN con una lanza en la mano derecha y la izquierda sobre un “ara de los sacrificios gentilicios” con este texto “Expandit nubem in protectionem” (Sal 104): Desplegó una nube protectora.

Luneto 5 San Pedro Mártir

El martirio de San Pedro de Verona

Dedicado a la memoria del Apóstol Santiago el Menor. La “Leyenda Dorada” de Ribadeneyra describía el martirio de este Apóstol afirmando que uno de sus verdugos le golpeó la cabeza causándole la muerte. En la parte inferior de la escena se recoge un texto del libro del Levítico (4,6): “El sacerdote unge el dedo en la sangre de la víctima”.
La escena principal representa el momento de su martirio. Siendo Pedro de Verona, Superior del convento de la ciudad de Cumas salió de viaje hacia Milán para intervenir en algunos asuntos que se le habían encomendado allí. Por el camino fue asaltado por tres verdugos que fueron enviados para ejecutarlo. Uno de ellos alzando la espada la enfiló sobre su cabeza. San Pedro fue a la vez “confesor”, “mártir”, “profeta” y “doctor”. “Confesor” porque antes de su muerte no cesó de proclamar su fe en Cristo. “Mártir” porque derramó su sangre en defensa de la fe católica. “Profeta” porque aquel mismo día, antes de iniciar su viaje, profetizó su martirio. “Doctor” porque mientras lo estaban asesinando no cesó de enseñar la verdad, recitando con voz clara el símbolo de la fe y escribiéndolo con su propia sangre en el suelo.
En la parte superior del luneto se pinta la expresión FIDELIS ET CONSTANS haciendo referencia a la fidelidad y constancia del santo en toda su vida, llevadas al heroísmo en el máximo testimonio: su martirio.
La escena principal es arropada por dos figuras del coro de los MÁRTIRES. El mártir de la derecha representa a San Pablo y el de la izquierda a San Esteban.
En el interior del luneto se coloca a la izquierda la figura alegórica de la FE. Al otro lado la alegoría de la CONSTANCIA como gran matrona abrazada a una columna y que en su mano izquierda sujeta un puñal sobre un brasero encendido.

Luneto 6 San Pedro Mártir

San Pedro Mártir sobre su sepulcro

Dedicado a la memoria del Apóstol Tomás, pues según se recoge en la “Leyenda Dorada” muchos de los que visitaban su tumba quedaban curados de sus dolencias y enfermedades.
Sobre la escena principal se pinta OBIJT ET VIVIT (murió y vivió), ensalzando la plenitud de la vida y la santidad de San Pedro, después del testimonio de su vida heroica.
La escena principal representa a San Pedro Mártir en su sepulcro con diversos tullidos, ciegos y leprosos que imploran su salud. Entre las manos del santo se pinta un cáliz (como también en la escena correspondiente de san Nicolás, en la parte opuesta), signo del sacerdocio católico.
Arropando la escena principal se pintan dos figuras del coro de las VÍRGENES. El signo del cordero se vincula en la tradición a la mártir Santa Inés; la otra figura evoca a Santa Águeda, virgen y mártir.
En el interior del luneto se pinta a la izquierda la figura alegórica de la JUSTICIA DIVINA como una matrona cuyos atributos son la espada y una balanza. Al otro lado se representa la INMORTALIDAD como doncella alada que en la mano derecha lleva un círculo de oro y en la otra un “ave fénix”.

Luneto 1 San Nicolás

San Nicolás sanando a una anciana Parroquia

Dedicado a la memoria del Apóstol Pedro que curó a un anciano enfermo en la puerta del Templo de Jerusalén, según el relato de los Hechos de los Apóstoles (capítulo 3). Representa al joven Nicolás que al salir del templo hacía siempre limosna a los necesitados. Un día repartió entre ellos todas las monedas y una anciana tullida que no había recibido nada se dirigió a él. Nicolás hizo la señal de la cruz sobre ella, mientras repetía las palabras que dijo San Pedro al enfermo de la puerta del Templo de Jerusalén.

La escena es arropada por dos ángeles del coro de los CUSTODIOS.

En el ángulo superior del luneto se pinta “PIETATE EXARDENS”, esto es: “de piedad ardiente”: hemos de ser piadosos.

En la parte interior del luneto se representa (lado derecho) la virtud de la CONMISERACIÓN: un hombre corpulento con vestiduras de guerrero transporta sobre sus espaldas un anciano: es “La Piedad” de Eneas. En el lado izquierdo del interior del luneto se representa a la LIMOSNA: una matrona con hábito talar y el rostro cubierto con velo transparente, portando la limosna que ofrece a unos niños pobres. El texto de la tarjeta en la parte inferior del luneto recuerda lo narrado en los Hechos de los Apóstoles: “No tengo oro ni plata, lo que tengo eso te doy: en nombre de Jesucristo levántate y anda” (Hch 3).

Luneto 2 San Nicolás

El milagro de las tres doncellas

Dedicado a la memoria del Apóstol Mateo, que en su Evangelio (cap. 6,4) dice: “Tú, en cambio, cuando hagas limosna que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha”; texto que recoge la tarjeta de la parte inferior del luneto.
Representa a San Nicolás, joven sacerdote, en la ciudad de Pátara. Un padre de familia, abrumado por la ruina inesperada y la miseria, decidió prostituir a sus tres hijas para obtener recursos. Enterado Nicolás de la desgracia, determinó remediar aquella necesidad; pero de modo que la necesidad se remediase, y de quien la remediaba no se supiese. Y así fue como tomando de su patrimonio una generosa cantidad de oro, en el profundo silencio de la noche, cuidándose de que nadie lo viese, rodeó la casa, vio una ventana abierta y por allí arrojó el oro. Así repitió la acción hasta tres veces, una por cada hija. La familia pudo recomponer la situación y las tres jóvenes pudieron verse libres del peligro y hasta contraer matrimonio sin problemas. A pesar de la discreción de San Nicolás se conoció lo que había ocurrido y su fama se extendió cumpliéndose el texto de la Escritura: resplandezca así vuestra luz delante de los hombres; que todos vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre, que está en los cielos (Mt 5,16).
Es uno de los milagros más famosos de San Nicolás. Por eso en la iconografía se le representa siempre con tres “bolas”, piezas o bolsas con oro. Y de ahí procede también la tradición de los regalos que Santa Klaus (San Nicolás) hace dejándolos desde fuera, por la chimenea o por una ventana, en la casa, sin ser visto, por la noche.
La escena es arropada por dos representantes del coro de los ARCÁNGELES. En el ángulo superior del luneto se pinta PROVIDUS ET CAUTUS, esto es: que da más de lo necesario, con benevolencia, y lo hace con discreción y modestia.
En la parte interior del luneto se representa a la izquierda la virtud de la LARGUEZA como una doncella engalanada con joyas y diversos bienes. Al otro lado se representa la virtud del RECATO como una mujer con túnica sencilla de color azul y salpicada de estrellas con una llave en su mano izquierda y el semblante cubierto por un velo.

Luneto 3 San Nicolás

La resurrección de un niño

Dedicado a la memoria del Apóstol San Pablo que en la ciudad de Tróade resucitó a un joven que —dormido— cayó de una ventana, según el relato del capítulo 20 de los Hechos de los Apóstoles. A ese relato hace referencia el texto de la tarjeta pintada debajo de la escena.
El motivo principal del luneto representa a una madre afligida que lleva en sus brazos a su hijo pequeño, muerto en un incendio. La mujer, atraída por la fama de bondad y santidad del Obispo Nicolás, acude a él pidiendo su intercesión. San Nicolás le devuelve milagrosamente la vida. Bien conocida es la tradición de San Nicolás como “protector de la infancia”, siendo este uno de los relatos más populares y más difundidos de su leyenda.
La escena es arropada por dos representantes del coro de los PRINCIPADOS, cuyo carácter es una antorcha encendida en la mano izquierda que ilumina estrellas y nubes.
En la parte superior del tercer luneto se pinta ET PIUS ET GRATUS que significa piadoso y gracioso.
En el interior del luneto se representa a un lado la figura alegórica de la CARIDAD con una túnica encarnada y “flama” sobre la cabeza y una criatura en su regazo. Al otro lado se representa la GRATITUD, que en la mano derecha lleva un ramo de “habas y altramuces”, legumbres que fertilizan la tierra donde crecen y una cigüeña que atiende con gran reconocimiento a sus padres en la vejez.

Luneto 4 San Nicolás

La resurrección de los tres niños y la conversión del mesonero

Dedicado a la memoria del Apóstol San Felipe que según la leyenda liberó a la ciudad de Hierápolis de un fiero dragón que se alimentaba de carne humana.
Nicolás, arzobispo de Mira, fue convocado al Concilio de Nicea (325 d.C.). En el camino se hospedó en un mesón. El ventero le ofreció un alimento que se negó a tomar. El Arzobispo pidió entonces que lo llevase al tonel de donde había sacado los ingredientes para la comida. Allí oró San Nicolás y al punto aparecieron tres niños hermosos, buenos y sanos. El ventero, aturdido, se echó a los pies de San Nicolás pidiendo perdón, llorando su crimen y solicitando clemencia. San Nicolás, sabiendo que Dios no quiere la muerte del pecador, sino que se convierta y viva, le exhortó a la penitencia por su horrenda maldad.
La escena es arropada por dos ángeles representantes del coro de las VIRTUDES, cuyo signo es una vara.
En la parte superior de la escena se escribe OBSECRAT INCREPAT de la que se desprende la firme actitud que ha de tener el cristiano para corregir los errores y, particularmente los pastores, para ser fieles a Cristo.
En la parte interior del luneto se representa en un lado la figura alegórica de la JUSTICIA y, en el otro lado, se representa la figura de la VERDAD, mujer desnuda, honestada con túnica clásica, que en su mano derecha porta un resplandeciente disco solar y con la izquierda abraza una palmera.

Luneto 5 San Nicolás

La afrenta de San Nicolás a Arrio en el Concilio de Nicea

Dedicado a la memoria del Apóstol San Bartolomé que según la tradición derribó y ultrajó al ídolo de la ciudad de Astarot en la India en presencia del Rey y de los sacerdotes.
La escena principal pinta el enfrentamiento del Arzobispo Nicolás con Arrio en el Concilio de Nicea. Este Concilio afirmó la divinidad de Jesucristo, negada por las doctrinas de Arrio. Según la tradición San Nicolás corrigió severamente al hereje en el Concilio Niceno, en presencia del Emperador Constantino al que reprochó también sus ambigüedades.
La escena es arropada por dos ángeles del coro de las POTESTADES cuyo carácter es un dragón, al que sujetan con una cadena colgando.
En la parte superior del luneto se pinta la frase RELIGIONE FLAGRANS, esto es: de religión evidente, clara, diáfana.
En la parte inferior izquierda del luneto se representa la figura alegórica de la RELIGIÓN y en el otro extremo se representa el CELO SANTO como un anciano con hábito religioso con azote en la mano derecha y en la otra un candil.

Luneto 6 San Nicolás

Muerte de San Nicolás

Dedicado a la memoria de Santiago el Mayor por el milagro de la “batalla de Clavijo”. Según esta leyenda, en el año 844, Ramiro I de Asturias, enfrentado con los musulmanes, tuvo un sueño en el que aparecía el Apóstol Santiago, asegurando su presencia en la batalla, seguida de la victoria. De acuerdo con aquella leyenda, al día siguiente los ejércitos de Ramiro I, animados por la presencia del Apóstol montado en un corcel blanco, vencieron a sus oponentes.
La escena principal representa a San Nicolás yacente sobre su sepulcro al que se aproximan varios enfermos y tullidos que imploran la piedad póstuma del Santo. A este respecto la “Leyenda Dorada” de Gregorio de Tours dice: “Su cuerpo fue colocado en un sepulcro de mármol, cuando estaban encerrándole los asistentes vieron como de la cabecera de la sepultura brotaba un manantial de aceite, y del extremo opuesto agua. Desde entonces hasta hoy no ha cesado de fluir de sus miembros un óleo santo con cuya unción se han curado multitud de enfermos”. A los pies de la escena una cartela con un texto del Deuteronomio: “Propitius est populo tuo”: Sé propicio a tu pueblo.
Arropando la escena principal se pintan dos ángeles del coro de las DOMINACIONES.
Sobre la escena principal se lee VOTA RESPICIENS con el que se hace referencia a la intercesión de San Nicolás que acoge los votos y ruegos del pueblo.
En el ángulo interior del luneto se pinta, a la izquierda, la figura alegórica de la DEVOCIÓN como una doncella que arrodillada levanta su vista al cielo, con una lucerna en su mano derecha. En el lado opuesto se pinta la alegoría de la FORTALEZA.